Después de este gran torneo en Santo Domingo, se reanudaron las practicas y el aprendizaje de la historia del Kung Fu y su filosofía, en el local que utilizábamos (el local de las monjas). Durante cada sección de prácticas, meditábamos en la posición de loto, así como vemos a Buda y siempre en cada reunión se tomaba notas en un libro de actas, que firmábamos como; "visto bueno". Aprendimos que los Chinos pronunciaban el nombre de Bodhidharma como: P'u-ti-ta-mo, abreviando "Tamo" y también conocido por Daruma, de él tienen mucho para estudiar. Al arribo de la primavera del año 1971, siendo las siete de la mañana, el Sijo Lorenzo Osborne, conduciendo una motocicleta Honda 90 color negro, que le habían asignado, fue a buscarme a mi casa para que lo acompañara a las áreas verdes del Monumento a los Héroes de la Restauración, para examinarme para el grado negro, el tiempo de la prueba fue de aproximadamente; tres horas con algunos descansos. Al terminar me entrego la faja negra del segundo grado o sea la de Sifu Mayor, que no me la esperaba, como no tenía tiempo para examinar a nadie más, me solicito que le enseñara a mi condiscípulo Antonio Estepan lo que le faltaba por aprender y que lo examinara para la faja negra de Sifu Menor y que entre Antonio y Yo, continuáramos enseñando a los alumnos y los examináramos, para que todos juntos continuáramos las enseñanzas de nuestro Arte Marcia, el Kung Fu Culebra Blanca.
El Sijo nos tenía mucho aprecio y nos manifestó que estaba buscando trabajo en la Embajada Americana para quedarse más tiempo en el país, pero no le fue posible, tenía que reintegrarse a la fuerza de producción de su país. No pudimos continuar enseñando en el salón que teníamos, porque el horario que usábamos lo necesitaba la Iglesia para enseñar Manualidades a señoras de la comunidad cristiana... Buscamos otro local que alquilamos en el barrio "Los Pepines", allí teníamos que pagar alquiler y el consumo de electricidad, no teníamos experiencia, pero con la cuota de los alumnos pagábamos estas cuentas. Al concluir el semestre, mi primo Dimas De Moya me visito para pedirme que me fuera a vivir con él a Santo Domingo, que me conseguiría un trabajo y alquilaríamos un local para abrir una escuela, me gusto la propuesta y decidí viajar en la siguiente semana, pues el club de Santiago estaba en buenas manos. Al mes de estar en Santo Domingo y caminando con Dimas, por la Av. Correa y Cidrón, del Ens. La Paz, encontramos un local que se alquilaba, su propietario de apellido Cordones, nos dijo que lo alquilaría por $70 pesos mensuales, pero que no tenía baños, aceptamos y abrimos la escuela con varios niños y cinco adultos. En el verano del año 1971, comenzó la gran aventura del Kung Fu Culebra Blanca. Le informe al Sijo de lo que acontecía y él como gran dirigente fundador, redacto y emitió un decreto con copia a Antonio, en el que se ordenaba que: el Sifu Joaquín De Moya dirigiría los destinos de la nueva escuela y en toda la región este y que el Sifu Antonio Estepan, haría lo mismo pero en la región norte. Dimas, enseñaba los ejercicios físicos y los básicos y yo me encargaba de enseñar las técnicas y formas. Los alumnos de esta primera generación fueron: Vinicio Felix, Joaquín NG, Dr. Luis De la Rosa, Amaury Chez (chory), Rafael Almonte (cuny), Domingo Alvarado, Geraldo Diech, Gustavo Diech y Aridio Rodríguez.
El Sifu Joaquín De Moya y el Sensei Ramon Leonardo, varios meses antes de empezar a practicar Kung Fu Culebra Blanca, bajo las instrucciones del Sijo Lorenzo Osborne, donde arranco' la historia de la primera Escuela de Kung Fu Culebra Blanca. Fotografía tomada por un amigo novato, en el área de recreación del Monumento a los Héroes de la Restauración, Santiago, Rep. Dominicana, año 1967.
Durante varios meses continuamos las enseñanzas a esos niños y jóvenes del Distrito Nacional, que viajaban desde diferentes barrios, al único local que teníamos en Santo Domingo, situado en el Ensanche La Paz del Centro de los Héroes. Cuando fueron examinados para los grados verde y azul empezamos a ensayar nuestra primera gran demostración que celebraríamos en el entonces "Conservatorio Nacional de Música", actualmente "Ministerio de Cultura", en la Avenida George Washington Esquina Presidente Vicini Burgos, Santo Domingo, República Dominicana. Confeccionamos los boletos para la entrada y los distribuimos entre todos los alumnos, para que fueran vendidos a sus compañeros de Escuelas y sus familiares. Alquilamos el local mencionado y pagamos un seguro, para que en caso de daños a la propiedad, quedara cubierto, eran esos los reglamentos. Invitamos a los Profesores de Karate, Kung Fu y Tae Kwon Do, para que estos apoyaran nuestra escuela y llevaran sus alumnos.
El local es un gran salón de actos con un amplio escenario y cortinas o telón, eléctricas. Al subir las cortinas, salimos de los camerinos y en línea saludamos al público que llenó todos los asientos, con un excelente maestro de ceremonia ... comenzó la exhibición: Técnicas básicas, formas básicas, peleas contra dos, contra cuatro y todas las formas fueron ejecutadas con música Oriental, con las luces de colores; verdes, azules, amarillas y rojas que le daban un mayor dramatismo a los Kungfuistas de esta primera generación de la escuela de Kung Fu Culebra Blanca de Santo Domingo, el último acto lo protagonicé uno contra seis, los "adversarios" utilizaron palos, cuchillos y machetes, mi primo Dimas fue el receptor de los dardos que utilice para terminar el acto principal. Bajo' el telón, pero hubo que subirlo pues el público fue excelente y nos aplaudió y ovacionó de pie. Fue una gran noche, todo salió como lo habíamos planeado. De ahí en adelante se corrió la voz y los jóvenes llegaban a nuestra escuela de todos lados del Distrito Nacional. La práctica de los adultos era a las 7:00 pm.
Un miércoles, nos estaba esperando un joven Universitario que quería aprender nuestro estilo para enseñarlo en su ciudad, nos dijo que había practicado Judo y Karate pero que le fascinaba el Kung Fu, este joven respondía al nombre de: Álvaro Caamaño , de San Juan de la Maguana, le prometí que iría a su ciudad por lo menos una vez al mes, los fines de semana, aceptó y comencé a viajar a San Juan, quedándome a dormir y comer en su casa, en la que vivía con sus padres. Las primeras clases se dieron en el local de los Boy Scout.
En San Juan, se enseñaba de acuerdo con el programa que habíamos diseñado, examinando a los estudiantes cada seis meses; examine para el grado verde y el grado azul. Se dejó de enseñar en el local de los "Boy Scouts", no se la razón... pero se continuo enseñando en un almacén propiedad de un amigo de Álvaro. Por algún motivo se abandonó la práctica en dicho local y se acondiciono un área del terreno que ocupaba la casa de Clodomiro Alcántara, uno de los discípulos de Álvaro Caamaño, que se perfilaba como primer instructor en la Provincia de San Juan. Ya en este local no se interrumpirían las prácticas. Mientras que en Santo Domingo, seguían los practicantes avanzando en grados.... un círculo del color correspondiente, en la chaqueta o Sam, en el lado izquierdo del pecho. (Verde, Azul, Morado, Marrón y el Yin Yang, para los grados Negro), de acuerdo con los colores de la Escuela de los Cinco elementos. En las clases teóricas, se les hablaba de la historia, filosofía, psicología y el empeño que había que tener, sin ser monje: desarrollar y alcanzar la virtud del voto de castidad además controlar el mal hábito de la ostentación.
Mientras enseñábamos en el local del Ensanche la Paz, hicimos varias exhibiciones, en el Club Deportivo y Cultural Jose Martí del Ens.la Paz, a los que les donamos el juego de luces que utilizábamos para nuestras demostraciones, entregándolas a su Presidente Miguel Ramírez "Miguelo" (con quien cultivamos una muy buena amistad), pues dicho club celebraba actos culturales (obras de teatro), y estas luces mejoraban el escenario donde se presentaran. Rentábamos películas para los cines del" Malecón" y en un intermedio ofrecíamos una demostración del Kung Fu Culebra Blanca, con la finalidad de promocionar la institución, recaudar fondos para el pago del local y comprar equipos para la práctica. Mi primo Dimas trabajaba como cajero en la Lotería Nacional y si necesitábamos algún dinero urgente, él nos lo conseguía. En una ocasión, estando El, en un restaurant cerca del estudio de TV Rahintel, fue amenazado por un fanfarrón que saco un revolver diciendo: "este boca Hedionda es para los karatecas" Dimas se levantó y le lanzó dos dardos de los que habíamos utilizado en diferentes demostraciones, el hombre del revolver se escondió detrás de una columna del edificio, expresando que "había sido un juego", este incidente no pasó de ahí, pero el Kung Fu Culebra Blanca, había sido defendido con altura. En el año 1972, se trasladó' el Sifu Antonio Estepan a Santo Domingo, para continuar sus estudios en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, lo recibimos en el local del Ensanche La Paz y este fue su hogar hasta que hizo sus contactos con familiares y amigos de la Asociación de estudiantes de Santiago. Durante el horario de adultos, el enseñaba a los alumnos del grado azul. Hicimos varias exhibiciones juntos y con otras escuelas de Kung Fu que comenzaban a desarrollarse. En varias ocasiones viajamos juntos a Santiago y cuando no teníamos dinero, pedíamos "bola" llegando en ocasiones a subirnos en algún camión. Juntos como lo que éramos: hermanos de las Artes Marciales Chinas. Nosotros teníamos un gran sueño… Que luchábamos por alcanzar: tener un verdadero local diseñado para la práctica del Kung fu Culebra Blanca. En una reunión decidimos diseñar un local y le pedimos al discípulo Geraldo Diech, que estudiaba Arquitectura en la UASD, que nos hiciera el anteproyecto que necesitábamos, el Sifu Antonio Estepan, que era el secretario de actas y correspondencias, redacto y escribió a maquina la carta que llevaríamos al Sindico del D.N., para que nos facilitara un solar, alquilado o donado, para que los jóvenes de Santo Domingo pudiesen tener un seguro y definitivo local para entrenar sin interrupciones. Firmamos: Antonio Estepan, sec. Joaquín De Moya, presidente, obtuvimos la cita con el Sindico de la época; Estrella Rojas, el manifestó que no podía complacer nuestra petición y nos sugirió que fuéramos donde el Presidente; Dr. Joaquín Balaguer. La visita al Dr. Balaguer, fue pospuesta para una fecha que nos fijamos pues el Sijo Lorenzo Osborne me llamó por teléfono para informarme que estaba preparando su primer viaje a la República Dominicana, y que se pasaría dos semanas en Santo Domingo, para enseñar a los instructores y a los Sifus Joaquín De Moya y Antonio Estepan.
Renté una habitación en el mismo Ensanche la paz, a tres cuadras del local que teníamos alquilado para la Escuela de Kung Fu Culebra Blanca. Nos enseñó dos formas y quince técnicas nuevas que había desarrollado para nuestro examen; fui examinado para la Faja Roja de Sifu Mayor y Antonio Estepan para la Faja Negra de Sifu Mayor, pues yo lo había examinado en Santiago para la Faja Negra de Sifu Menor. Comíamos en un Restaurant de la Avenida Winston Churchil esquina Correa y Cidrón del mismo Ensanche ya mencionado. En varias ocasiones, Osborne, visitó su Embajada tratando de conseguir un trabajo para pasar más tiempo con nosotros pero fue imposible, porque todas las plazas estaban ocupadas, esas dos semanas volaron y con ellas el Sijo L. Osbone. Nosotros regresamos a nuestra misión, a nuestro compromiso contraído voluntariamente con nuestro Maestro; enseñar a los niños, jóvenes y adultos sin importar el sexo, origen, credo religioso y/o afiliación política. El Arte Marcial Kung Fu Culebra Blanca, o "Karate Chino" como le llamaban algunos.
Al final del año 1972, el dueño del local, del Ensanche la Paz, nos lo pidió, para poner allí su propio negocio… una tienda para la venta de repuestos de vehículos, en ese momento comenzaron los problemas... conseguimos una área de una escuela de Yoga que había en la Avenida Pasteur, de Gazcue, pero algunos problemas con los responsables del local, nos obligaron a trasladarnos al Liceo Rodriguez Objio de ciudad nueva, compartíamos el área deportiva con otro grupo de Kung Fu llamado "Tres Culebras", los jóvenes del sector preferían nuestro estilo "Culebra Blanca" y la otra escuela fue engullida por nosotros. En este local planeamos la visita al Presidente J. Balaguer, con ayuda de algunos alumnos que sabían cómo introducir una delegación de deportistas a la residencia del Mandatario del momento. La necesidad de un local nos obligaba a tomar el riesgo. Este incumben te estaba remodelando y techando las canchas de juego de varios Clubes Deportivos y Culturales de la Capital como: Club San Lázaro, Club Mauricio Báez y el Club Villa Francisca. Nosotros éramos miembros de la Asociación de Clubes del Distrito Nacional y nos creíamos con derecho a demandar un local para la práctica de Kung Fu y diseñado para estos fines, pues ya teníamos el plano. Llegado el día de la cita, asistimos 27 miembros, pero no fue Antonio Estepan, la razón de su negativa a asistir, fue que al el tener una escuela en el Barrio Maria Auxiliadora, lo utilizo para piratear muchos de los alumnos que se fueron con el, alegando que yo "había hecho un flaco servicio al Kung Fu", esto lo leí en un periodiquito de un grupo estudiantil político que lo apoyo' exhortándolo a que el continuara enseñando el Kung Fu de la manera correcta. Decidí ir a la oficina que distribuía el periódico, con dos de mis discípulos de confianza, para reclamarle por el atrevimiento... pero, Sorpresa!!! Allí estaba Antonio Estepan, me dirigí a el preguntándole: "Tu también viniste a protestar por lo que estos escribieron", a lo que él me contesto:" no, yo vine a apoyarlos a ellos". Esta fue la última vez que hablé con este instructor. Considerando el gesto de Antonio, como una gran traición al Kung Fu Culebra Blanca, al Sijo L. Osborne, (de quien hablaron muy mal), a todos los instructores, discípulos y alumnos, además a todos los antiguos maestros de las Artes Marciales Chinas vivos y muertos. A partir de este momento la Escuela de Kung Fu Culebra Blanca se dividió' y Antonio empezó a zapear las escuelas que habíamos abierto como la de San Juan de la Maguana y algunas dependencias de Santiago. Contestamos reaccionando y con el apoyo de La Asociación de Clubes del Distrito Nacional, emitimos un comunicado aclaratorio y volvimos al compromiso contraído con el Sijo Osborne, enseñar Kung Fu Culebra Blanca y proteger el nombre de la institución, registrándolo en la Secretaría de Industria y Comercio, de inmediato surgió la escuela; "Estilo de la Serpiente" dirigida por Antonio Estepan..
La experiencia de este impacto que separó una institución que fue fundada bajo los principios de integridad y honor, con fines sociales" nos hizo reflexionar y cerramos las puertas a nuevos miembros para evitar que personas ajenas a la práctica de las Artes Marciales, se enquistaran en el seno de la institución. Empezamos a utilizar la frase como aliciente, "Un hombre de Kung Fu se atreve a reconocer sus errores y a corregirlos rápidamente". Durante ese periodo de tiempo, las pocas escuelas de Kung Fu que existían en los populosos barrios de la Capital luchaban sistemáticamente por sobrevivir, pues los principales antagonistas del Kung Fu, que eran las escuelas de Tae Kwon Do, en primer lugar y las de Karate Do, en 2do. lugar, aprovechaban esta debilidad, pues los de kung Fu se agrupaban para visitar las otras escuelas de "Kung Fu" que se suponía que no eran originales de las Artes Marciales Chinas, sino un producto obtenido de alguna película del cine Chino Taiwanés y de Hong Kong, que llegaban a la Republica Dominicana. Recuerdo que este grupo fue a buscar riñas a la escuela que dirigía el joven publicista Eduardo Romero Báez, del sistema "Shien Hug" (Quietud del Tigre), el no aceptó el desafío y los echó de sus instalaciones, yo que fui un pacifista (aun lo soy) y respetuoso de las instituciones fundadas bajo las leyes dominicanas, fui a visitarlo a su casa para excusar a los estudiantes del Kung Fu Culebra Blanca, que ese mal día lo visitaron, él agradeciendo mi visita, me invitó a tomar una copa de Vino tinto y así celebrar el fin de un mal entendido. En cierta ocasión participamos juntos en una exhibición de Kung Fu, para así fortalecer los vínculos de amistad y camaradería entre los diferentes exponentes de las Artes Marciales Chinas que tanto nos había dado como: salud, fama y lo más importante el respeto del pueblo y sus principales instituciones, sociales culturales y deportivas. El Sifu Santiago B. Tejada, también se trasladó a Santo Domingo para estudiar en la UASD, quedando la escuela de Santiago bajo la dirección del Sifu Rafael Paulino (Rafucho) y Jorge Rodriguez , que no continuó en la institución por haberse dedicado a otras actividades de diferentes índoles. Rafael Paulino se convirtió en el gran líder del Kung Fu Culebra Blanca de la región norte. Continuará....
Escrito Por El Sifu Mayor Joaquin De Moya